Cinco botones, estampados únicos, un corte con el que te sientes guapa.
Desde los inicios de Rouje, el vestido Gabin se ha convertido en un imprescindible.
Llama la atención cuando lo ves por la calle, ya sea en una Fille en Rouje o en otra persona, una artista, una cantante o una actriz... Hasta Léa Seydoux, en la próxima película del agente secreto más famoso de su Majestad.
El corte adecuado
Jeanne Damas y el Studio han estudiado cada costura hasta dar con la fórmula correcta:
Fruncidos en los hombros al estilo de los años 40
Un escote con la caída justa
Botones estratégicamente colocados
Un corte envolvente que resalta la cintura
El tipo de prenda fácil de llevar que se adapta a todos los momentos de la vida.
Un éxito inmediato
El primer Gabin fue de lunares, antes de reinventarse a lo largo de las temporadas: los siguientes fueron de flores, de estampado de leopardo, de manga larga o en versión corta (el Gabinette). El vestidito Rouje se reconoce a simple vista. Por su corte, evidentemente, pero también por la sensación de seguridad en sí misma que proporciona a quien lo lleva.

La firma Rouje
PA veces copiado, nunca igualado, se ha convertido en un imprescindible de la marca, coleccionado por nuestras clientas y esperado en cada temporada. Y da vida al adagio de Diana Vreeland:
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