Un verano en Córcega, cerca de Porto-Vecchio. Un vestuario para la vida en la isla, el baño en el río o los días de mercado.¿Quedamos en la terraza, cuando se va el calor?
Vestidos con espaldas descubiertas con lazos, punto como en los 2000, tonos pastel satinados y flores ultrafrescas.
Aquí, los tirantes se ajustan al escote. Allí, los vestidos se pueden (des)abotonar. La tela se ciñe al cuerpo y los colores sorbetes combinan con la piel bronceada.
Los vestidos también viven de noche. Para un baño de medianoche o una noche de baile en la pista, descalza o con unos tacones que se hacen olvidar.
